El agua no sólo es un recurso vital para cualquier país y un recurso indispensable para la economía, sino que también desempeña un papel fundamental en el ciclo de regulación del clima. Por ello, la gestión y protección de los recursos hídricos, de los ecosistemas de agua dulce y salada, y del agua que bebemos y en la que nos bañamos en es uno de los pilares de la protección del medio ambiente.
En la Unión Europea el porcentaje de población conectada a sistemas de tratamiento secundario de aguas ha aumentado gradualmente a lo largo de últimos 10 años. Sin embargo, para Rumanía, esta cifra sigue siendo relativamente baja en el momento actual (ver tabla abajo), en comparación con la media de la Unión Europea, y los programas como los Fondos Estructurales de la Unión Europea tienen previsto afrontar esta cuestión en los siguientes años.
Nuestra experiencia abarca desde la rehabilitación de tuberías y suministro de agua a las obras más complejas, como el tratamiento de aguas residuales y la gestión de aguas pluviales.